domingo, 25 de noviembre de 2012
Capítulo 3
El joven tropezo al bajar del movil, cerró la puerta nerviosamente y se fue pidiendo disculpas, para Roberto esto no era nada nuevo, veía estas escenas a diario, eran parte de su rutina. Siguió conduciendo por la metropolis anegada de multitudes en continuo choque y desvarío, se dirigía a la zona oeste, donde se hallaban los peces gordos, doblo a la izquierda y sus reflejos lo llevaron a derrapar.. una limusine roja atravezó la calle en reversa a toda velocidad, tenía varios agujeros de bala en su frente y una pandilla de encapuchados corría detras del automovil, no llegó a comprender que sucedía, pero sus ojos se detuvieron en la pequeña niña que estaba en medio de la calle inmovil, como congelada...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario